Los economistas cargan duramente contra la Ley de Vivienda

Catedráticos y economistas inmobiliarios han opinado este martes que el control de los precios del alquiler que permitirá la ley de vivienda es una «malísima idea» que «no funcionará» y han pronosticado la aparición de «colas» para alquilar un piso, al aumentar el desequilibrio entre la oferta y la demanda, entre otros aspectos negativos de la nueva ley.

«Cuando impones un precio inferior al de mercado vas a tener un exceso de demanda y, por lo tanto, vas a tener colas, si esto se hace efectivo. Colas o pagos en negro o discriminación a la gente que no le gusta al arrendador», ha afirmado el director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ángel de la Fuente, en un coloquio del Consejo General de Economistas sobre la ley de vivienda.

El catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra y Premio Rey Jaime I de Economía, José García Montalvo, ha dicho que el ejemplo más claro es el de Suecia, donde ya existen estas «colas desde hace años y pagos en negro para adelantar en la cola y moverse dentro de la cola».

La Ley por el Derecho a la Vivienda, que previsiblemente recibirá mañana su aprobación definitiva en el Senado, permite a las comunidades autónomas declarar zonas de mercado residencial tensionado y aplicar en ellas medidas que limitan el precio de los alquileres.

SORPRESAS EN LAS ÁREAS TENSIONADAS MARCADAS POR LA LEY DE VIVIENDA

Joan Ràfols, presidente de la Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona y ex director general de Vivienda de la Generalitat de Catalunya, ha advertido de que habrá «sorpresas importantes para definir áreas tensionadas en algunos grandes mercados, porque son indicadores que no sirven para definir qué es un mercado tensionado y faltan estudios de base».

También ha estimado que la diferencia de precios de referencia que marcan el sistema estatal y el catalán es de un 25 %.

En la misma línea, el presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios del Colegio de Economistas de Madrid, Julián Salcedo, ha anticipado la «grandísima complejidad» que tendrá definir una zona tensionada y construir un modelo en el que se rijan los índices de precios.

Todos los participantes han hecho hincapié en que el control de rentas junto a la «inseguridad jurídica» que produce, a su juicio, la ley de vivienda va a reducir la oferta de alquiler.

A ese respecto, Salcedo ha apuntado que hay estudios que indican que en Barcelona se han retirado hasta un 40 % de viviendas de este mercado y Montalvo se ha referido a las letras del tesoro como «alternativa clara al alquiler con muy poco riesgo» para los propietarios.

LOS INCENTIVOS DE LA LEY DE VIVIENDA NO FUNCIONARÁN

También han coincidido en que las bonificaciones que prevé la ley en el IRPF de los arrendadores que bajen los precios «no funcionarán muy bien» como estímulo y en que se debería de haber «abierto más la horquilla» en estas desgravaciones.

«Sé que hubo propuestas para hacerlo pero un ministerio se negó porque tenía miedo de que la oferta de alquiler cayera, si no se mantenía por lo menos (la bonificación) un cincuenta por ciento», ha apuntado el profesor Montalvo.

CINCO VIVIENDAS NO DAN PARA TANTO

Estos expertos han mostrado asimismo su rechazo al concepto de gran tenedor, que la ley define como propietario de más de diez viviendas o 1.500 metros cuadrados, aunque las comunidades pueden bajar el límite a cinco inmuebles en una misma zona tensionada, lo que Montalvo ha calificado de «disparatado».

Según Rafols, esta figura no existe en ningún país de Europa que haya regulado los arrendamientos y estos propietarios, que concentran alrededor del 25 % de los contratos, no tienen capacidad para fijar los precios en el mercado de al vivienda.

«Se utiliza un determinado lenguaje para pervertir la realidad. Un propietario de cinco viviendas no puede ser un gran tenedor, no es un acaparador ni especulador, cinco viviendas no dan para tanto», ha planteado Julián Salcedo.

MEJOR SUBSIDIOS

Durante el coloquio, los intervinientes han incidido en que en España no hay un problema con los precios de los alquileres, sino que lo que «falla es que haya salarios tan pequeños que no permiten alquilar en determinadas zonas».

«Lo que hay es un problema de emergencia habitacional en ciertas clases sociales con las rentas más bajas del mercado y eso es lo que hay que abordar», ha sostenido Rafols, que ha coincidido con sus colegas en que la solución está en un «sistema de subsidios» para el alquiler o de subvenciones, como existe en Francia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos.

Estos economistas han vaticinado además que la ley de vivienda traerá una alta conflictividad en los tribunales y han opinado que tiene artículos posiblemente inconstitucionales, que perjudicará a las clases medias y que margina a la iniciativa privada en la promoción d vivienda asequible.