El precio del gas se desploma un 44% en plena ola de frío
Aún con el aumento del uso del gas debido a la ola de frío que está experimentando Europa, donde se han presenciado temperaturas de 27 grados bajo cero en Polonia o 15 grados bajo cero en Alemania, el precio del gas natural no ha aumentado, sino que el precio de referencia TTF ha experimentado una caída del 44% desde sus niveles máximos en octubre y un 22% desde diciembre.
Gracias a este descenso, los precios han alcanzado su punto más bajo desde septiembre, situándose en 30,7 euros por megavatio hora. Estas disminuciones, que coinciden con el período de aumentos tradicionales, han llevado a que, tan solo en la primera mitad de enero, los expertos ya celebren la victoria de Europa en la batalla contra el invierno, al menos en lo que respecta a los precios de la energía.
La ola de frío había generado preocupaciones, especialmente algunos expertos como el S&P Global, habían manifestado su inquietud. El organismo alemán de almacenamiento de energía, INES, advertía sobre un «riesgo evidente de escasez en caso de temperaturas extremadamente frías», a pesar de contar con considerables reservas.
S&P Global subrayaba la preocupación de que Europa no estuviera preparada para un invierno verdaderamente frío. Incluso instituciones como la Agencia Internacional de la Energía expresaban dudas, señalando que «Europa está a merced de Rusia, y si decide interrumpir el suministro durante un invierno severo, podría provocar rápidamente un fuerte aumento de los precios».
En Estados Unidos se han experimentado subidas del 30% en el gas
No obstante, no solo se han disipado estos temores, sino que el precio del gas se ha desplomado, mientras que en otras regiones, como Estados Unidos, ha experimentado un aumento de más del 30%, principalmente debido a las bajas temperaturas. En primer lugar, uno de los motivos de esta baja de precio es el robusto almacenamiento de gas, que ha sido el principal amortiguador para aliviar las tensiones energéticas. A fecha del 10 de enero, los inventarios de gas de la UE se encontraban al 83% de capacidad, el segundo nivel más alto en esta época del año, excluyendo solo el año 2011.
Este logro no se debe a un aumento en la producción de gas. De hecho, la producción de gas en Europa ha continuado disminuyendo en 2023, después de una caída del 7,2% en 2022. Los datos más recientes, correspondientes al tercer trimestre del año, muestran una disminución superior al 16%.
Además, este no fue el único revés que amenazó al gas europeo; los problemas en Oriente Medio jugaron un papel crucial, primero con la tensión derivada del conflicto entre Israel y Palestina y luego con los incidentes en el Mar Rojo tras los ataques de los rebeldes hutíes a los buques comerciales. Según Julius Baer, estas situaciones han sido uno de los factores fundamentales que explican el aumento del gas en Estados Unidos; sin embargo, su propio informe revela que Europa era inmune a los problemas de Oriente Medio gracias a que «su almacenamiento evita cualquier amenaza».