Talgo, pendiente de la opa de Magyar, también se retrasa en Alemania
Talgo, que esta pendiente de la opa de la húngara Magyar Vagon, que cuenta con el apoyo de accionistas y empresa. pero con la oposición del Gobierno, ha entregado a la operadora de tren alemana Deutsche Bahn (DB) las primeras unidades para pruebas de su modelo 230, conocido allí como Intercity ICE L, aunque la puesta en servicio de los primeros convoyes no se producirá hasta 2025, un año después de lo previsto, confirman fuentes tanto del constructor como de la compañía germana. Renfe también culpó y sanciona a la empresa española por su retraso en la entrega de trenes.
Un portavoz de Deutsche Bahn ratificó a EFE que los retrasos en el proceso de pruebas y homologación harán que Talgo no entregue los trenes hasta 2025, según la nueva planificación.
La producción de 23 trenes encargados en 2019 avanza «a toda velocidad» y se han completado «con éxito» las primeras pruebas, que comenzaron con la llegada de las primeras unidades del modelo ICE L a Alemania en el verano de 2023, señalan las fuentes españolas.
En este proceso de pruebas se testan decenas de subsistemas del tren, incluidas pruebas de frenado, aerodinámicas y acústicas para garantizar el más alto nivel de seguridad, añaden en la compañía, donde confían en que el primer tren para la DB podrá estar en marcha en 2025.
Los ICE L sustituirán gradualmente a los antiguos trenes Intercity en la ruta Berlín-Ámsterdam durante 2025, en lugar del próximo otoño previsto inicialmente, y permitirán evitar el cambio de locomotoras en la frontera entre Alemania y los Países Bajos.
DB y Talgo anunciaron en marzo de 2019 un contrato de 2.300 millones de euros
DB y Talgo anunciaron en marzo de 2019 un contrato de 2.300 millones de euros para el suministro de hasta 100 composiciones de tren. En ese mismo momento la alemana hizo su primer pedido en firme de 23 trenes por un importe de 550 millones de euros para su puesta en funcionamiento este año.
Los nuevos trenes basados en la plataforma Talgo 230 son denominados por el operador alemán como ICE L, siglas de Intercity Express, a las que se añade la L de «low floor» (piso bajo).
Dentro de aquel acuerdo para construir 100 trenes, en mayo de 2023 la ferroviaria alemana confirmó un nuevo pedido de otros 56 nuevos Talgo 230 por valor de 1.400 millones (1.560 millones de euros según la última actualización presentada por la compañía), lo que supuso para la empresa española el mayor pedido de su historia.
Problemas con Renfe
Talgo también ha tenido retrasos considerables, de tres años, en la entrega de los trenes Avril a Renfe, que se hizo efectiva en abril pasado. Los convoyes ya están operativos en las líneas que unen Madrid con Galicia y Asturias, aunque Renfe reclama por estas demoras 166 millones de euros.
La empresa de ingeniería y construcción ferroviaria se encuentra inmersa en un proceso de opa presentada por la húngara Magyar Vagon, que valora Talgo en 620 millones de euros y cuenta con el respaldo de los accionistas, aunque no gusta en el seno del Gobierno, que trata de armar una contraopa.
La húngara dice aportar a Talgo las ocho fábricas que le darían la capacidad del producción que le falta a la española, líder mundial en la tecnología de ancho variable.
La compañía tenía a finales de 2023 una cartera de pedidos superior a los 4.000 millones de euros, el máximo en sus casi 85 años de historia.