Malas noticias para Repsol: Ribera acumula poder en Bruselas
Ayer mismo, y no es la primera vez que Repsol critica la política energética española o europea, el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, dijo que, en materia de sostenibilidad energética, Europa ha aplicado “políticas muy agresivas que han tenido un coste y un impacto para las empresas”, ya que, a su juicio, no ha existido un equilibro entre sostenibilidad, competitividad y crecimiento económico.
Y Ribera, nominada este martes por Ursula von der Leyen como primera vicepresidenta ejecutiva de la próxima Comisión Europea, con una cartera desde la que dirigirá el área de Competencia y supervisará las de Energía, Clima, Vivienda y Medioambiente, es una férrea defensora de esa política que critica Repsol, que, por cierto, no se ha librado del acoso de vicepresidenta de Sánchez en España, desde celebrar la demanda de Iberdrola contra la petrolera, a acusarla de ‘negacionismo climático’ pasando por su burla a los combustibles sostenibles, solo para «Maseratis».
La preocupación que tiene que haber ahora mismo en Repsol contrasta con la euforia que vive el Gobierno con el nombramiento de Ribera. «Es un éxito enorme para España. Es la cartera de mayor peso que nunca ha tenido un español en la Comisión Europea», señalaron a EFE fuentes gubernamentales, que agregaron que Ribera «acumula más poder e influencia» que los excomisarios y exvicepresidentes comunitarios Frans Timmermanns (Pacto Verde) y Vestager (Competencia y Digitalización).
Von der Leyen, del Partido Popular Europeo, entrega a la socialista española, que mantiene un fuerte enfrentamiento con Repsol, «la cartera más relevante de la nueva Comisión», según el Gobierno
El entorno de Ribera considera que Von der Leyen, del Partido Popular Europeo, entrega a la socialista española «la cartera más relevante de la nueva Comisión» y «le encomienda las políticas clave para la transformación estructural que ha marcado como objetivo», basada en los recientes informes elaborados por los exprimeros ministros italianos Enrico Letta y Mario Draghi.
Las mismas fuentes agregan que «el PP fracasa en su veto a Ribera», pues ese partido pretendía «que tuviese una cartera descafeinada sin Clima ni Energía».
Sin embargo, ha sido nominada para supervisar y garantizar «que las empresas operen en un entorno de mercado justo y sin prácticas anticompetitivas, como abusos de posición dominante o acuerdos de fijación de precios».
Desde esa cartera de Competencia también regulará «las fusiones y las ayudas estatales para evitar distorsiones en el mercado único europeo, asegurando un equilibrio entre la competencia leal y la innovación», y actuará «para garantizar la competitividad de las empresas europeas en un mercado global».
Además, Ribera supervisará las comisarías de Energía y Vivienda, para la que el nominado es el danés Dan Jørgensen; Clima, Cero Neto y Crecimiento Limpio, que recaerá sobre el neerlandés Wopke Hoekstra; y Medioambiente, Resiliencia Hídrica y Economía Circular Competitiva, Jessika Roswa, encargada a la sueca Jessika Roswall.